El secretario General del Sindicato de Obreros del Azúcar de Río Grande, Jorge Reales, anunció que la próxima semana se agudizarán las medidas de fuerza en reclamo por reivindicaciones salariales.
“Hay muchos trabajadores en negro y les pagan cualquier cosa. No le dan indumentaria ni seguridad al trabajador; cuando van echar herbicida, que es un producto venenoso, le dan una bota rota”, especificó Reales, describiendo la situación de casi un centenar de trabajadores que prestan servicio en distinta épocas del año en la Finca.
Aclaró el dirigente, que desde el punto de vista de la rentabilidad, la Finca sí puede pagar lo acordado en su momento con el Ministerio de Trabajo. “Sí tiene margen, además tienen 600 hectáreas de cañas plantadas, 300 hectáreas arrendadas a razón de 4 mil pesos por hectárea; se venden tierras, se venden postes, leña. Entonces sí habría margen para sentarse a negociar” especificó el dirigente.
Respecto a la continuidad de las medidas de fuerza, recalcó que el 21, 22 y 23, se realizará un paro de 72 horas, que luego se ampliará por 96 horas si no se soluciona el conflicto. “Todo está notificado al Ministerio de Trabajo. Estuvimos en la jornada de lucha de ayer, y la misma gente decidió el corte de ruta, porque no se acercó nadie, absolutamente nadie” apuntó.
Consultado sobre si algún directivo de la finca o del gobierno llegó a negociar, afirmó: “Ayer este administrador llamó al secretario a las 10 de la mañana, y pidió que esperaran hasta las 14 y no fue. Nosotros no somos payasos de nadie, no pueden jugar con la gente, con un gremio que representa a los trabajadores”.
Tampoco lo hizo el jefe comunal. “El intendente de Fraile, no se puso en contacto; según los compañeros estuvo pasando el corte y se escapó. ¿Qué está pasando, qué están haciendo? Están de campaña y no quieren llegar a una solución” se planteó Reales.
Por su parte, Gabriel Castellano, administrador de la finca deslindó responsabilidad de la administración en el conflicto, aduciendo que se trata de una disputa por la representación gremial, entre los sindicatos de La Mendieta y la Esperanza.
Según Castellanos, los trabajadores decidieron hace dos meses desafiliarse en forma masiva del Sindicato La Esperanza para asociarse a La Mendieta y por una cuestión de jurisdicción, él no puede negociar ni reconocer esta última entidad.
Afirmó que se solicitó al Ministerio de Trabajo de la Nación, que diga a qué gremio pertenecen los trabajadores. “Son cosas del estatuto y se desconoce cuál es el alcance de cada gremio. El sindicato de la Esperanza hizo una presentación y se hizo más grande el problema.
También afirmó que “la gente del Sindicato de La Mendieta se puso agresiva, y quieren hacer cualquier cosa”, sostuvo Castellanos.
Sí reconoció que existe una deuda salarial con los trabajadores, por diferencias de años anteriores, que serán canceladas en los próximos meses, pero no se puede llegar a negociar con ningún sector sindical hasta que no se aclare a quién le corresponde la representación.